la cefalea:
El dolor es un síntoma tan viejo como
la propia humanidad y ha formado parte inseparable de ésta, iniciándose la lucha
contra él desde el comienzo de la medicina. A lo largo de la historia del ser
humano, las cefaleas han tenido cabida en lo mítico, lo mágico y lo teológico.
Probablemente, el primer escrito disponible en el que un poeta sumerio
lamentaba su mórbido y cegador dolor de cabeza, deseando fervientemente el
alivio de éste después de la muerte, data de alrededor del año 3000 a.C.
Hay alusiones a
la cefalea en la cultura egipcia. En el papiro de Ebers, valioso documento que
arrojó abundante luz sobre las prácticas médicas del Antiguo Egipto (2778-2263
a.C.), algunos conjuros lo describen así: “Oh vasos de mi sien que pulsáis en
mi cabeza”, y otros dicen: “No me apetece nada comer, estoy enfermo de la
cabeza, estoy enfermo del cuerpo"
La cefalea en distintas
culturas
La cefalea también aparece de forma importante en la cultura griega.
Zeus padecía cefaleas tan incapacitan tes que precisaron que Vulcano le diese un
hachazo y así nació, según la leyenda, Pallas Atenea, la diosa de la sabiduría.
Sin embargo, es también en Grecia donde se comienza a analizar de forma
científica el fenómeno de los dolores de cabeza. Hipócrates (460-377 a.C.) fue,
posiblemente, el primero en describir los síntomas de la migraña, una forma
específica de cefalea, como un dolor intenso en la sien, que posteriormente se
generalizaba por toda la cabeza y cuello, aliviándose con el vómito. Galeno de Pírgano
(131-201 d.C.) reconoció el dolor de un solo lado de la cabeza y lo denominó
hemicránea, término del que deriva migraña y lo atribuyó a trastornos
dietéticos o hepáticos. Galeno creía que la hemicránea estaba condicionada por
la separación de los hemisferios cerebrales por la hoz del cerebro, que no
dejaba pasar el dolor de un lado al otro del cráneo.
Alejandro Trajano (525-605 d.C.)
afirmaba: “Se produce con frecuencia dolor de cabeza por exceso de flujo
biliar, la cura debe realizarse mediante remedios que purguen y extraigan la
bilis”. En la medicina árabe, Avicena (908-1037) resalta que en algunos casos
se produce un aumento del dolor ante voces fuertes, la luz intensa y los
olores.
La cefalea en la Edad
Media
En la Edad Media hay algunas alusiones a los síntomas visuales
asociados a la migraña, a los que la abadesa de Hildegart (1098-1180) atribuyó
un significado místico: “Vi una estrella, espléndida y bellísima y, junto a
ella, multitud de estrellas fugaces que la acompañaban hacia el sur. De
pronto todas se extinguieron convirtiéndose en carbones negros”. Hasta la
época actual ha habido múltiples descripciones, históricas o anecdóticas, cada
vez más rigurosas de las características de la cefalea, de sus tipos, sus
causas y tratamiento.
Tratamientos a lo largo de la historia
En cuanto al tratamiento y a la manera de aliviar los síntomas, a lo
largo de la historia se han utilizado múltiples y pintorescos remedios, desde
las trepanaciones en el Neolítico, a las invocaciones a los dioses en
Mesopotamia.
Una de ellas recomendaba coger el pelo de una joven virgen, hacer una
invocación al dios Herida y atar el pelo alrededor de la cabeza del enfermo
para aliviarle. En un escrito de San Gregorio en el siglo VI, para la curación
se recomienda tocar la barandilla de la tumba de San Martín. Un escrito del año
800 en el valle del Loira recomendaba utilizar el cerebro de un buitre mezclado
con aceite y colocar esta mezcla en la nariz del paciente para expulsar todas
las dolencias de su cabeza. Los árabes del Oriente Medio y norte de África desarrollaron
la fascinante teoría de la transferencia y golpeaban hasta dejar inconsciente a
una cabra o a un cordero para así transferir el dolor al animal. En el siglo
XVIII ciertos remedios para el dolor de cabeza utilizaban moscas secas
pulverizadas mezcladas con levadura y vinagre, y colocaban esta mezcla en la
frente para producir ampollas, desapareciendo el dolor al evacuar su líquido
seroso.
A lo largo de los siglos se han utilizado multitud de plantas,
hierbas, flores y ungüentos para el remedio de la cefalea, destacando las
amapolas, los geranios o el tabaco en el Nuevo Mundo.
La cefalea ha sido siempre reconocida como una dolencia que ha dejado
huella, no sólo en el campo de la medicina, sino también en las costumbres, la
literatura, la pintura, las creencias y en otros muchos campos que integran la
vida de las personas.
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